descripción

Espléndido castillo medieval situado en una posición montañosa y panorámica a 168 m sobre el nivel del mar, a 9 km del centro de Florencia.

El castillo ocupa una posición dominante en una colina y está rodeado por 8 hectáreas de terreno con altos árboles, muchos de ellos centenarios. La privacidad está garantizada por un denso parque de cipreses y encinas. Gracias a su posición, la propiedad disfruta de un vasto y fascinante panorama hacia Impruneta y Chianti.

Construido en el año 946 d.C. como guarnición militar y posteriormente implicado en el conflicto entre güelfos y gibelinos, el castillo cuenta con más de 1.000 años de historia, jardines cerrados con poderosas murallas, importantes frescos y una capilla privada.

La estructura del castillo es especialmente interesante desde el punto de vista arquitectónico, ya que es un equilibrio perfecto entre el estilo militar, típico de las fortalezas medievales, y la elegancia de las villas del siglo XVI, periodo en el que el castillo estuvo en manos de una importante familia florentina. Fue en esta época cuando se añadió a la fachada de la villa el trabajo de estuco que aún puede verse en el exterior de la torre y en los edificios existentes.

En 1550, la familia encargó a uno de los arquitectos más famosos de la época que rediseñara y convirtiera el castillo en una prestigiosa villa.
En 1572, la propiedad fue adquirida por la familia Niccolini d'Agnolo, responsable de los espléndidos frescos aún presentes en la planta baja. También hay numerosos escudos de armas de familias de la época. La villa fue embellecida con numerosos grutescos, frescos que aún se pueden encontrar en los Uffizi, y decorada con numerosos marcos y bajorrelieves.

El castillo tiene una superficie total de 1.600 metros cuadrados netos y está distribuido en tres plantas, más una logia y un patio, desde los que se disfruta de una espléndida vista de la campiña circundante.
La planta baja ha sido completamente renovada en los últimos años. Los frescos están intactos y no requieren restauración.
La primera planta, en cambio, está dividida en tres unidades residenciales que también pueden unificarse y necesitan algunas obras de renovación.

Se pueden organizar bodas, exposiciones, fiestas y cenas de empresa en el castillo, que cuenta con cinco salas amplias y elegantes.

Dentro de la propiedad hay una capilla privada, aún consagrada y utilizada para bodas y ceremonias privadas. Gracias a una restauranción conservadora, la pequeña iglesia conserva el aspecto sencillo de los edificios de origen medieval. En la capilla hay un fresco de la escuela de Giotto, mientras que sobre la puerta de entrada hay un bajorrelieve de la escuela de Luca della Robbia, que representa a Santa Lucía.

Toda la propiedad, tanto el castillo como el jardín intramuros, están protegidos por la Sovrintendenza ai beni architettonici. Por lo tanto, es posible beneficiarse de una reducción en los impuestos de la propiedad tanto en la compra como en el mantenimiento de la misma.

Gracias a la cuidadosa restauración y al esmero del actual propietario, el castillo es ahora una de las propiedades más elegantes de Florencia y combina rasgos de diferentes estilos arquitectónicos.